domingo, 3 de noviembre de 2019

Los que no están


Hoy es un buen día para hablar de los sentimientos hacia los que ya no están. Los sentimientos morales nos hablan desde el corazón y nos motivan a actuar, nos permiten apreciar que nada somos sin nuestra relación con los demás, considerando incluso a los no presentes, a quienes nos han dado la vida y nos han enseñado a vivirla. También a ellos les debemos un reconocimiento, pero no solo en un momento puntual, sino en el día a día, hablando de ellos, recordando lo pasado juntos, su ayuda, sus consejos, su cariño. Reviviéndolos.

El individualismo egoísta que domina nuestra cultura nos exige muchas veces que ignoremos a quienes han sido parte de nosotros y ya no nos pueden acompañar. Sin embargo, dejar fuera de nuestra vida a quienes nos han permitido ser, nos deja sin fuerza y sin rumbo para mantener y mejorar lo que somos. Un reconocimiento que se extiende a todos los que han muerto para que nosotros vivamos, reposen en cementerios o en cunetas. Canta Atahualpa Yupanqui en su famosa milonga Hermanos: «Y así seguimos andando curtidos de soledad y en nosotros nuestros muertos para que nadie quede atrás». El vínculo que nos une como personas está trenzado con el recuerdo de aquellos que han sido con nosotros. Olvidarlos es olvidarnos.

El diccionario recoge con frialdad el significado del verbo recordar: pasar a tener en la mente algo del pasado. Pero la etimología de la palabra es mucho más cariñosa y cercana: traer de nuevo, volver a pasar por el corazón. Ese es el lugar donde siguen viviendo los que ya no están.


*Catedrático de Ética.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 1/11/19). Disponible en: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/no-estan_1254753.html?fbclid=IwAR26_asJRYR8HYQGaAOF655Nty5r_s8I9kUshmy_RkG6t1R1B-lXRo0_nJQ

domingo, 13 de octubre de 2019

Adoctrinar

No hay democracia sin una educación democrática, al igual que no hay una sociedad abierta, inclusiva y tolerante si no existe una educación cívica, una forma compartida de ser y hacer. No nacemos buenos ni malos ciudadanos. La socialización, la educación al frente, nos hace como somos. Debemos pensar si tenemos una ciudadanía educada en los valores democráticos, en el respeto mutuo, en la búsqueda de acuerdos y en la responsabilidad compartida. La educación y la desigualdad son nuestro gran problema y son primas hermanas.

Un buen ejemplo de la creciente intolerancia de nuestra sociedad es el llamado pin parental, idea que pretende aplicar en nuestro país un partido de ultraderecha. Se trata de controlar los contenidos que los profesores imparten a nuestros hijos. Su tesis es que, ante el evidente adoctrinamiento en ideología de género, los padres tienen el derecho de educar a sus hijos en su moral, sea cual sea. Llaman educar al hecho de imponer su ideología, su forma de comprender y explicar el mundo, mientras que, a la educación en valores morales como la igualdad de hombres y mujeres o el respeto que toda persona merece por el hecho de serlo, le llaman adoctrinar.

Pero no nos engañan. Sabemos que educar se refiere al desarrollo de nuestras capacidades morales. La educación es lo contrario que el adoctrinamiento, pues se dirige a los sentimientos y competencias que necesitamos para ser autónomos, para decidir nosotros mismos cómo vivir respetando y ayudando a los demás, sin tener que insultar o menospreciar a nadie. Adoctrinar no persigue conseguir personas, sino marionetas.

*Catedrático de Ética.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 11/10/19). Disponible en: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/adoctrinar_1250048.html?fbclid=IwAR1FBM38XGsuLCsogf6Za1XVecfmpjo3McAon6ihJxCxegVBIGO8UzqH2NE

viernes, 4 de octubre de 2019

Bobots


En una entrevista, Richard Sennett, uno de los pensadores más lúcidos de nuestro tiempo, decía: «Lo gratuito conlleva siempre una forma de dominación». Pensemos cómo podemos interpretar esta sentencia.
Estamos felices y contentos porque, cada vez más, las grandes tecnológicas, Google y Facebook al frente, nos permiten realizar tareas y prestaciones gratuitamente: tiendas digitales, agencias de viajes, banca electrónica, etc. Desde el móvil gestionamos nuestras relaciones sociales y económicas. ¡Increíble! Sin pagar nada.
No sabemos, ni queremos saber, que cuando conectamos nuestros dispositivos digitales comenzamos a vender nuestros datos, nuestra vida privada, nuestras preferencias políticas, nuestros deseos e intereses. Grandes cantidades de datos que unos sistemas informáticos llamados algoritmos recopilarán y organizarán convirtiéndolos en mercancía, en algo que se compra y se vende. Estas máquinas constituyen el corazón de los robots que, mira por donde, están eliminando gran parte de los actuales puestos de trabajo en todos los sectores. Si no hace falta ir al banco, ¿para qué quieren trabajadores? Resultado final: no tenemos personas que nos atiendan, pero pagamos por cada transacción o servicio que realiza un robot. Ya no es nuestro trabajo el que está en venta, somos nosotros.
Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 04/10/19). Disponible en: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/bobots_1248553.html

viernes, 28 de junio de 2019

Desigualdad y participación


Leía estos días una noticia de EEUU que explica muy bien el malestar que sentimos ante la situación actual de nuestras democracias. Desde el 2009, el país no ha dejado de crecer, 121 meses de bonanza económica sin igual y con pleno empleo. El resultado final de tanto crecimiento ha sido, pásmense, ¡el aumento de la desigualdad! Les paso la pregunta: ¿es esto desarrollo?
Decíamos la semana pasada que la democracia no consiste solo en depositar un voto cada cuatro años, sino en participar allá donde tengamos poder o influencia. Ya hace mucho tiempo que los clásicos de la teoría democrática nos avisaron de la relación existente entre las condiciones económicas y las posibilidades reales de participar de manera efectiva en las decisiones que nos afectan. La igualdad y las condiciones de justicia no están fuera de la democracia. Son, junto con la libertad, los pilares básicos del sistema.
La indignación que provoca la exclusión y la pobreza no solo ha dado lugar a un movimiento de protesta. El aumento de la desigualdad está siendo hoy uno de los factores más importantes para explicar el auge de los populismos de extrema derecha, así como la nueva legitimidad de las autocracias. Es decir, de la desaparición de la democracia tal como está definida en nuestra Constitución. ¿Tan difícil es ver que la poca participación y la desigualdad social están íntimamente relacionadas? ¿Darse cuenta que nuestra desidia sustenta la injusticia? Otra cuestión es cómo participar en las condiciones actuales. Fórmulas hay, solo hacen falta motivación e interés para aplicarlas.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 28/06/19). Disponible 
https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/desigualdad-participacion_1230522.html?fbclid=IwAR0s2xBDHwmdM2UtCqNImkY5DKmRc84TglJyVty3-n8df5NdypX7I9conuE

viernes, 14 de junio de 2019

Negacionistas



Como actitud y como comportamiento el negacionismo es bien conocido. Consiste en negar la realidad para ocultar así una verdad molesta por incómoda o despreciable. Se consigue así tanto tranquilizar la conciencia como conservar y transmitir los prejuicios. Negar y mentir es más fácil que argumentar y convencer. Lo mismo da que hablemos de la negación de los campos de exterminio, del genocidio contra el pueblo palestino o de la violencia machista. En todos los casos se trata de dar la espalda a la realidad para justificar lo injustificable, para ocultar la infamia y mantener la sinrazón. Desde el 2003 hemos superado ya la cifra de mil mujeres muertas a manos de criminales que confundieron el afecto con la posesión, el cariño con la sumisión, el amor con la propiedad. Los dos últimos asesinatos en nuestras tierras. Por cierto, somos la segunda autonomía con más víctimas de violencia machista. En 2018 se registraron 4.800 casos. Algo hacemos muy mal si somos de los primeros en este infame ranquin de malos tratos, amenazas, palizas y todo tipo de violencia sobre las mujeres.

Estas cifras nos afectan, nos producen indignación, un asco moral ante la violación reiterada y continua de los derechos humanos más básicos. Pero también nos produce repulsión oír y ver a quienes lo niegan, a quienes reniegan de nuestras propias leyes que definen como violencia de género aquella que deriva de las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres. Esta violencia afecta a las mujeres y la cometen los hombres. La familia poco o nada tiene que ver. Negar esta realidad es, sencillamente, inmoral.


Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 14/06/19). Disponible en:https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/negacionistas_1227799.html?fbclid=IwAR1nu4jHSOYIZtHBXYEbJegKuWc_ld1ahJi0-rUxy4r6hpcSZfc684_yqPg

viernes, 7 de junio de 2019

Empleo digno



Las noticias diarias nos muestran las violaciones de los derechos humanos, la explotación de personas, el desprecio y la falta de reconocimiento, ocurriendo en otro lugar, lejos de aquí. Sin embargo, cuando vemos que incluso la miseria laboral se subcontrata delante de nuestras narices, cuando se muere al manillar de una bicicleta repartiendo comida basura, ya no es posible mentirnos. Es fácil percatarse que la explotación laboral y la miseria salarial está entre nosotros, más aún, han venido para quedarse. La crisis fue la justificación de la austeridad y la precariedad laboral. Estamos saliendo de la crisis, incluso Bruselas nos felicita y nos anima a seguir por la vía de la seriedad presupuestaria. Pero los salarios no parecen mejorar, al menos como sí lo hacen los beneficios empresariales.

Esta semana se han publicado las cifras del paro en nuestro país y nuestros políticos se alegran de lo bien que estamos. Se han creado más de 200.000 puestos de trabajo. «Solo» quedan tres millones de parados. Nos ha salvado, una vez más, el turismo, la hostelería a la cabeza. Pero de estos empleos más del 90% son temporales, casi todos precarios. El abuso empresarial en la utilización fraudulenta del contrato temporal es un hecho, del que se deberían diferenciar las empresas que intentan hacer las cosas bien. No es de recibo trabajar todo el día y cobrar media jornada, apenas 600 euros, además de forma intermitente. En estas condiciones de pobreza e inestabilidad, piensen a ver quién se atreve a tener hijos. La responsabilidad de esta situación no reside solo en los políticos.
*Catedrático de Ética


Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 7/06/19). Disponible en:
https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/empleo-digno_1226447.html?fbclid=IwAR28oZ7Xy2BbcdrVA3OCmhAd3hhasiGtZqar5fYA0H4WDaBOobCYobq0XdE

viernes, 24 de mayo de 2019

Ética de la ciudad


La semana anterior hablamos de la importancia de la ciudad, de cómo se ha convertido en uno de los actores clave en el actual escenario global. Vivimos en un planeta urbanizado, la mayoría de su población habita en ciudades. En su interior nos socializamos y obtenemos los recursos para sobrevivir y para intentar llevar una vida digna de ser vivida. ¿Pueden tener ética las ciudades? La tienen, les guste o no. Por supuesto que las ciudades no piensan ni actúan por sí mismas. Pero sí lo hace la voluntad de sus ciudadanos y gobernantes. Al igual que decimos que las personas tienen un carácter o ética, fruto de cómo han aprovechado sus capacidades y oportunidades, también decimos de las ciudades que tienen una ética, una forma de ser y hacer que las distingue de las demás, que las hace singulares. Este carácter es el fruto de las decisiones y actuaciones realizadas, tanto hoy como en el pasado. Desde ahí se van construyendo tanto su reputación como la confianza que nos merecen. Hablamos así de ciudades dormitorio, abiertas, inteligentes, hospitalarias, tradicionales, etc. Ciudades donde querer vivir o, si pudiéramos, salir corriendo.

Esta ética no se inventa, está en el corazón de quienes habitan la ciudad. Un ejemplo. ¿Qué calificativo otorgarían a una ciudad que aparece en el mapa porque decenas de miles de jóvenes la visitan para divertirse, ocupando, previo pago, sus playas y lugares públicos, desplazando a sus vecinos, quienes deben soportar este agravio sin que nadie les haya preguntado su opinión, sin que sepan qué beneficios recibe a cambio su querida ciudad?

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 24/05/19). Disponible en:
https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/etica-ciudad_1223641.html?fbclid=IwAR3AVFExX8SIYJLIN0AdyzSYarrpwmSWVzWMW84oTH13YbyAC6FMfszwe9g

viernes, 17 de mayo de 2019

Europa y la ciudad


Desde los pasados 90 vivimos en un imparable proceso de globalización. Estamos en una época donde los problemas y las soluciones ya no se limitan a las fronteras del estado nación. En un país se contamina más o menos, pero las consecuencias del cambio climático nos afectan a todos. La miseria puede estar cerca o lejos, pero las migraciones nos involucran. También las guerras que ayudamos a mantener vendiendo armas. Para enfrentarnos al actual desorden mundial, del que siempre se benefician los que más tienen, necesitamos dos estructuras democráticas complementarias.
En primer lugar, democracias supranacionales. Europa, en nuestro caso. Hay que estar ciego para no ver la actual lucha entre Europa, Estados Unidos, China y Rusia. Entre ellos, solo Europa sigue defendiendo los derechos políticos, sociales y económicos, aunque lo haga bien o mal. Debemos ir a votar, no solo para defender nuestros intereses, que también, sino para preservar unos derechos, a la igualdad y al trabajo digno, por ejemplo, que en otras zonas no existen. En segundo lugar, democracias locales. Pensar globalmente y actuar localmente. Este es un lema que debe orientarnos al ir a votar. Una ciudad puede firmar un manifiesto contra el cambio climático, pero también puede rechazar la licencia de actividad económica a una empresa o establecer políticas de empleo o medioambientales. La ciudad es la mayor apuesta de futuro, siempre y cuando sepamos hacia dónde queremos ir. Los representantes políticos tienen que gestionar este camino, pero no decidir por nosotros.
Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 17/05/19). Disponible en:
https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/europa-ciudad_1222221.html?fbclid=IwAR3HUaEdWCqAAmuxzbpqXdIT3H_Hg1Z7fI10E7ZuWbR-HBUG6hxexqsMetA

viernes, 3 de mayo de 2019

Políticos


Bueno, ya hemos pasado unas elecciones. Pienso que ha predominado el sentido común: los ciudadanos han ido a votar, como es su obligación, y han castigado de forma clara y rotunda a políticos y partidos que se han pasado toda la campaña gritando, insultando al adversario, mintiendo, amedrantando a la gente, enfrentando a unos con otros. Han perdido quienes han hecho de todo menos argumentar y convencer. Es una buena lección, una señal de que la democracia tiene un sentido propio y no se deja manipular fácilmente. Pero los políticos son nuestros representantes, no nuestros suplentes. Son los encargados de tomar decisiones que nos afectan a todos, de definir e implementar las políticas públicas. Unas políticas que deben tratar a todos por igual y, si hay problemas, pensar primero en quienes menos tienen. Eso es lo que denominamos justicia. Les pedimos que para ejercer su representación sean justos, honestos y responsables. No todos son iguales, hay quienes intentan hacerlo bien, incluso quienes quieren dar ejemplo. Saben que solo así pueden ganar nuestro respeto y confianza.
En una democracia es donde mejor se aprecia que toda responsabilidad es y debe ser compartida. No son los políticos quienes van a trabajar en las oficinas y fábricas, enseñar en escuelas y universidades, curar y cuidar en hospitales y centros de salud. Deben facilitar que hagamos bien nuestro trabajo, pero no inmiscuirse, no intentar colonizarlo. No se confundan, los políticos tienen autoridad política pero no tienen autoridad moral, no son nadie para decidir lo que está bien o mal. Moralmente nadie puede decidir por nosotros. Por eso no podemos dejarlos solos.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 26/04/19). Disponible en: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/politicos_1219379.html?fbclid=IwAR19jKtrnvyg_eI0I9bKmZofRQ8UbB-jQmaqLza-aeRztXPkfWoo53J3p-U

domingo, 28 de abril de 2019

Votar


En el franquismo que ahora algunos reivindican no se elegía a nadie, solo se requería una «adhesión inquebrantable». El peor crimen era, recuerden, ser «desafecto al régimen». Este es ahora nuestro problema con la democracia, muchos no la aprecian, no le tienen afecto. Pero si piensan un poco verán que no es la democracia lo que no nos gusta, sino la política. No hay que confundir la democracia con los representantes políticos. Las elecciones son solo el primer paso en un proceso de responsabilidad compartida por todos, no el último. Las cosas están mal y son precisamente los que peor están, pienso en los jóvenes, aquellos que menos acudirán a votar. Pero, ¿a quién votar?
Primero, a quienes en la campaña menos vociferen, insulten o mientan. Ya sé que es difícil, pero para eso tenemos inteligencia. Segundo, a quienes se presenten con un programa definido y unos compromisos concretos, mensurables y medibles, que no solo incluyan a los que más tienen sino a todos y, en especial, a los más vulnerables. Tercero, a quienes prometan avanzar en el cumplimiento de nuestros derechos y no retroceder, como, por ejemplo, en los derechos laborales o en la consideración de la mujer. Y, por último, a quienes se comprometan en un pacto educativo a largo plazo que ancle nuestra democracia en una cultura cívica común.

Una vez depositado el voto, nos toca a nosotros. Hay que comenzar a trabajar conjuntamente desde la sociedad civil, asumir responsabilidades desde nuestro quehacer diario. La democracia es demasiado importante para dejarla en manos de los políticos. Los jóvenes deberían haber aprendido ya esta lección.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 26/04/19). Disponible en: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/votar_1217965.html?fbclid=IwAR3jeYRkuheQN9UjP4hx-m_fq2wJonjWkOAzIfaBV243SOIagAsmA6X8tWY

viernes, 12 de abril de 2019

Salvapatrias


Recordarán supongo a Luis XIV, aquel rey francés que afirmaba que el estado era él. Ha pasado a la historia como el representante del estado absolutista. Pues bien, no sé cómo tratará la historia a nuestro ilustre president de la Generalitat catalana por afirmar que «el pueblo soy yo». No dice que representa al pueblo, no puede hacerlo con sus votos, sino que «es» el pueblo. Aún estaríamos tronchándonos de risa si no fuera porque su siguiente afirmación nos puso los pelos de punta: «la democracia está por encima de las leyes». No olviden que quien dice esto tiene el poder sobre la policía, la sanidad, la educación y, por supuesto la televisión.

Da igual el salvapatrias de turno que elijamos. A unos les da por expulsar a los inmigrantes, a los pobres; a otros por la independencia o por la unidad de la patria. Todo vale con tal de derribar lo poco que hasta hoy hemos logrado en nuestra convivencia democrática, con tal de frenar cualquier cambio real. Aquello que pretenden estos aprendices de caudillo es ocultar los problemas que tenemos. Me refiero a la explotación laboral, a la miseria y a la desigualdad social, al abandono de los más vulnerables, a la falta de futuro para nuestros hijos. La única patria que merece la pena defender es la del respeto, la justicia social y la solidaridad, sean cuales sean las fronteras. Las banderas sirven para agrupar el rebaño, los palos que las sostienen para castigar a quienes difieren del grupo.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 12/04/19). Disponible en: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/salvapatrias_1215367.html?fbclid=IwAR3GFJUoVJ2ceUzbPcvoQUp1E_bGtjXDRvyvgCmqW61AAOlZaoIl5UMHThA

viernes, 5 de abril de 2019

Pobres ricos


Hace bastantes años emitían la serie Los ricos también lloran. Su objetivo era convencernos de lo mal que lo pasan los ricos, lo desgraciados que son. No por pasar hambre ni frío, sino porque dentro de sus palacios y coches de lujo tenían problemas de envidias, celos, camas ajenas, herencias... No terminaba de convencernos, pero la gente se distraía viendo que aquello con lo que soñaban derivaba en un infierno parecido al suyo.

Este recuerdo viene a cuento porque en el programa de los partidos de derecha, incluso los de extrema derecha, aparece con mayúsculas la reducción de impuestos para los más ricos. Sus supuestos economistas y sus bien pagados periodistas vociferan que, si los ricos cada vez son más ricos, el vaso desbordará y podremos recoger las gotas que sobran. Saben, pero no dicen, que el egoísmo humano es infinito. Como ya predicaba Jesús: a todo el que tiene se le dará y tendrá de sobra; pero al que no tiene, aun aquello que tiene se le quitará

Miren su nómina, si tienen la suerte de tener una, comprueben cuánto pagan de impuestos si son autónomos o pequeños y medianos empresarios y, después, compárenla con lo que pagan empresas cotizadas, grandes fortunas fondos de inversión, etc. Si tienen tiempo, averigüen incluso qué son las sociedades de inversión de capital variable. Verán cómo disfrutan cuando vayan a votar.


Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 5/04/19). Disponible en: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/pobres-ricos_1213931.html?fbclid=IwAR2-AqYq7AjFC1Oq6c7g36boiocjXpkziLjC-oObR4oVUHjAMpUvHmEcBbI

viernes, 29 de marzo de 2019

Los perdedores


Nadie duda que el incremento de la desigualdad está íntimamente relacionado con el aumento del populismo autoritario. Cada vez más la gente cree en iluminados y visionarios, en alguien que venga, o vuelva, para salvarle de un régimen que, si bien le ha dado libertad, ahora se pregunta para qué la quiere, si no dispone de las condiciones para disfrutarla, para realizar la vida que considera digna.

Es la decepción la que se esconde detrás del voto populista. Esperábamos más de nuestros políticos, pero se han enredado en la corrupción y en la mediocridad. No todos son iguales, pero cada vez cuesta más diferenciarlos, cuesta más entender que la política es un servicio y no una profesión, menos aún un trampolín para sentarse en el sofá de algún consejo de administración o bufete de abogados. Mientras unos mueren esperando que les atiendan, otros se enriquecen privatizando la sanidad. Mientras algunos no pueden pagar la universidad, a otros les regalan el master. Pero el desengaño tiene un efecto devastador cuando se combina con la ingenuidad. Ante tanta inequidad, muchos ansían que venga el salvapatrias de turno, con sus genes, millones o medallas, para que nos solucione los problemas. Es entonces cuando perdemos la memoria, nos olvidamos de lo mal que estuvimos antes, de lo que nos pasó por confiar en líderes carismáticos. Nunca hemos estado mejor como sociedad que en este período democrático. Salir de esta situación solo es posible uniendo nuestros votos y nuestra responsabilidad. Es apuntalar la democracia lo que necesitamos, no derribarla.


Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 22/03/19). Disoinible en: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/perdedores_1210729.html?fbclid=IwAR07onVBVEqUQN7G30MlsKmMXOACzoTAknc1N0XsDWA4wa5rU4hSAdGtMJw

viernes, 15 de marzo de 2019

Dictaduras electas



Muchos ciudadanos piensan que nuestra democracia es un logro ya conseguido, que no corremos ningún peligro de volver a las andadas, a la dictadura me refiero, ni de perder los derechos conseguidos gracias a muchos héroes anónimos que dieron sus vidas y que hoy nadie recuerda, bueno para insultarlos sí. Los perdedores de esta pobre democracia deberían estar organizándose, pero son prisioneros de la precariedad laboral y de la manipulación de las redes, aletargados por una brutal falta de futuro. Si como dice un lema estúpido, y bien falso, hay que pensar todas las mañanas si queremos ser tigres o gacelas, comer o ser comidos, la respuesta está en la desafección y la desmoralización. ¿Para qué correr?

El descontento contra unos partidos que se han dedicado a hacer los deberes sin rechistar, siguiendo la senda marcada por la austeridad, es decir, por el aumento de la riqueza de unos pocos y el sufrimiento de muchos, está dando alas a los populismos de todo tipo, independentismos incluidos. Qué fácil es hablar con la voz del pueblo e interpretar esa voz según interese. Solo hacen falta unos cuantos millones para dominar prensa y redes y comenzar a mentir. ¿Por qué no aprovechar sus mentiras y castigar con nuestro voto a los partidos que tan poco han hecho? ¿Para qué queremos los derechos individuales o las garantías jurídicas? Pero los que hemos nacido en la dictadura sabemos de su valor, sabemos que puede ser peor. La historia nos enseña que la falta de libertad y la desigualdad están unidas. Solo hace falta un poco de memoria.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 15/03/19). El texto se puede consultar en la dirección:  https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/dictaduras-electas_1209299.html

viernes, 8 de marzo de 2019

Machismo



Hace ya muchos años conversando con un empresario insistía en que contaba con buenas directivas, pero que, en un momento dado, les daba por parir, terminando de esta forma su carrera. Pregunté por qué debía acabar así, tras recordarle antes que sin este sacrificio muchos no estaríamos ahora hablando.

Poco hemos avanzado desde entonces, incluso creo que hemos retrocedido. Esta semana hemos conocido un informe estremecedor sobre la relación entre jóvenes y género. Un 56% de los jóvenes defiende posiciones machistas y no percibe desigualdad alguna entre hombres y mujeres. No quieren ver los indicadores que, desde todos los frentes, nos hablan de la brecha salarial, de su superioridad en las listas del paro, de su dependencia conyugal. No hace falta mucha inteligencia para darse cuenta de que es la falta de recursos económicos y de políticas públicas de apoyo, la razón primera de nuestra paupérrima tasa de natalidad y, por supuesto, de la violencia de género.

No nacemos machistas, nos hacemos. Este sexismo es hoy reivindicado sin pudor por muchos partidos políticos y sigue siendo el masaje continuo en las redes y en los medios de comunicación. Dueños y señores, llaman adoctrinar a querer educar en la igualdad, porque saben que nada va a cambiar sin esta educación y sin que regulemos los medios que alimentan nuestros prejuicios. Quieren libertad, pero solo para mantener su desprecio. La desigualdad y el machismo son los mayores fracasos de nuestra democracia. Debe haber muchos que salen ganando al condenar a la mitad de la población a trabajar en precario. Piénsenlo un momento antes de ir a votar.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo 08/03/19). El texto se puede consultar en la dirección: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/machismo_1207893.html

viernes, 1 de marzo de 2019

Control ideológico




El primer objetivo del presidente brasileño electo, según sus declaraciones, es desideologizar la educación. Pretende eliminar toda manifestación ideológica en las aulas, creando canales anónimos para que los alumnos denuncien a aquellos profesores que se atrevan a pronunciar palabras como género, orientación sexual o, sencillamente, criticar a su gobierno. Nada nuevo bajo el sol. Ya hemos pasado por una dictadura donde los derechos de expresión y la pluralidad de pensamiento estaban prohibidas, donde nos adoctrinaban sobre la supremacía del varón y la pureza de la raza española. Lo mismo ocurre actualmente cuando se pide información sobre quienes trabajan en las unidades de valoración integral de violencia de género en la comunidad andaluza. Supongo que el vicepresidente querrá saludarles personalmente o, a lo mejor, no se cree el número de mujeres muertas por sus maridos. Me parece bien que hayan empezado tan temprano, alguien se dará cuenta de qué votó.

Nuestra democracia se basa en el pluralismo cultural y político, en que las diferentes formas de pensar y de ser puedan convivir juntas, más aún, ayudarse solidariamente. Ideología significa, en positivo, un conjunto de ideas fundamentales que caracterizan el pensamiento de una persona, colectividad o época. En negativo, ideología significa manipulación u ocultamiento de la realidad. Hay gente que no las diferencia. La única ideología que todos debemos compartir y en la que debemos educar es la de los derechos humanos, en la igual consideración y respeto por la dignidad de todas las personas.


Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 01/03/19). El texto se puede consultar en la dirección: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/control-ideologico_1206494.html

sábado, 23 de febrero de 2019

Gobernanza universitaria

La apuesta por la transparencia y la participación como ejes centrales de la autonomía universitaria no es un simple añadido al núcleo duro de la gestión, sino el pilar básico para todo buen gobierno. La gestión deber ser tarea de los equipos de dirección, pero poco conseguirán sin la implicación de todos los estamentos, alumnado, profesorado y personal de administración, y sin la colaboración de un consejo social sin prejuicios, proactivo y alineado con los objetivos estratégicos de la universidad.

La responsabilidad social es la mejor forma de responder del servicio público que presta la universidad, porque nos dice, de forma clara y diáfana, cómo estamos logrando nuestro objetivo, qué estamos aportando a la sociedad, nuestros resultados en la enseñanza, la investigación y la transferencia de conocimiento. Que podamos generar confianza en la sociedad depende en gran parte de esta rendición de cuentas.

En nuestra universidad conseguimos dotarnos de instrumentos para una gestión ética que favorezca el buen gobierno: un código ético, una memoria de responsabilidad y una línea ética para alertas, sugerencias y denuncias. Herramientas tenemos, pero parece que nos falta voluntad para utilizarlas. Quizás no hemos sabido diferenciar bien entre lo importante y lo urgente. En un momento en que están aflorando las críticas por las malas prácticas de algunas universidades al servicio del poder político o del económico, es ineludible gestionar nuestra reputación. Mientras la sociedad tiene problemas graves que resolver, nosotros parece que solo tengamos cuartiles.


Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 22/02/19). El texto se puede consultar en la dirección:  https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/gobernanza-universitaria_1204993.html

miércoles, 20 de febrero de 2019

Crisis citrícola

Se ha perdido en Castellón el 34% de la cosecha de clemenules, el resto ha sido mal pagada, por no decir regalada. La salvaguarda ante la importación es importante, pero la responsabilidad por esta situación no hay que buscarla muy lejos. Recuerden que responsabilidad viene de responder, de justificar ante los demás lo que hacemos o dejamos de hacer.
La crisis citrícola que estamos viviendo supone la asfixia de la citricultura, una cultura en la que hemos crecido, ha dado sentido y alimento a nuestras vidas. Vemos a los agricultores reclamar dignidad en las calles, ante lo que sienten ya como una muerte anunciada. Pensando en los responsables, aparecen el exceso de producción y, en especial, las importaciones de Sudáfrica en plena campaña. La culpa, como siempre, la tiene Bruselas, también Madrid si gobiernan los otros. Pero poco se dice de la lluvia de denuncias que los agricultores, los que pierden, han presentado ante los tribunales por incumplimiento de contratos, impagos y destríos abusivos, según la Asociación Valenciana de Agricultores. Ya no solo es la venta a resultas, es la recogida selectiva y los precios miserables. Se habla ya de la impunidad con que actúan determinados operadores comerciales. No todos, pero sí algunos almacenes y comercios hacen su agosto.
Entrar en el supermercado de una gran superficie y ver el quilo de naranjas de Sudáfrica a tres euros, mientras estás pagando por tirar al suelo las tuyas, indigna. Pero la indignación lleva a la rabia cuando lees en la misma etiqueta el nombre del almacén que las ha comercializado: es nuestro vecino. Con esta cultura pronto dejaremos de cultivar.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 15/02/19). El texto se puede consultar en la dirección: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/crisis-citricola_1203475.html?fbclid=IwAR0aoB60gKVaPhvBor_K7IZtLkqMK1som_IwtYCJssI7iFUbZFuWJm5vtrc

domingo, 10 de febrero de 2019

El negocio de la sanidad

Si me preguntaran qué es la ética les diría que consiste en respetar, en tratar a todos por igual. Actuar moralmente es actuar, nos dice Kant, considerando a los demás como fines y no como medios, nunca como instrumentos para nuestro propio provecho. El hombre es el único ser, repite este filósofo, que tiene dignidad y no precio.

Les recuerdo estos conceptos porque leí el otro día un artículo sobre la ética en la atención sanitaria. Quien lo escribe lleva el nombre de una de las cinco multinacionales que acaparan el negocio de la salud en España. Estas empresas están haciendo su agosto con el déficit de la salud pública. Cuanto más recorta la pública, por falta de presupuesto y, también por mala gestión, más gana la privada, vía conciertos y convenios con los gobiernos. Solo en el 2017 más de 1.500 millones en beneficios.

En este contexto, este caballero no tuvo pudor ni vergüenza en afirmar que la sanidad privada sí que es ética, porque atiende en el acto a los pacientes, mientras que la sanidad pública es solo mala política, porque soporta largas listas de espera. Su apuesta es que sea la iniciativa privada quien gestione la sanidad para que la asistencia sea justa y correcta. ¿No les mosquea esta argumentación? ¿No encuentran nada a faltar? Olvida que la sanidad privada es para quien pueda pagarla, mientras que la pública se basa en la solidaridad e incluye a todos los ciudadanos, con o sin dinero, porque la costeamos con nuestros impuestos.

La sanidad no es un negocio, es un derecho, que, por supuesto, hay que saber gestionar.


Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 01/02/19). El texto se puede consultar en la dirección: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/negocio-sanidad_1202044.html

viernes, 8 de febrero de 2019

“Crisis y sacrificio como mecanismos disciplinarios” en el X Ciclo Internacional de Conferencias “La democracia hoy”



El próximo 18 de febrero dará comienzo el X Ciclo Internacional de Conferencias “La democracia hoy: repensar la política en tiempos turbulentos”.

El sociólogo Carlos Jesús Fernández Rodríguez (Universidad Autónoma de Madrid) será el encargado de inaugurar esta décima edición marcada por su heterogeneidad de propuestas y aproximaciones al fenómeno actual de la política.

A través de su conferencia titulada “Crisis y sacrificio como mecanismos disciplinarios”, Fernández Rodríguez se centrará en la crisis económica y la desigual recuperación posterior, proceso que ha dejado huella en la ciudadanía española, en términos de cambio de condiciones de vida y percepción de la situación social, política y económica del país. En la conferencia se reflexionará, por una parte,  sobre el discurso del sacrificio, hegemónico a nivel político y empresarial, que ha justificado buena parte de las respuestas institucionales articuladas a lo largo de este período; por otra, se hará referencia al impacto de dicho discurso en la ciudadanía, a partir de material empírico procedente de diversas investigaciones sociológicas que se han centrado en los cambios (desde una metodología cualitativa) de los patrones de consumo durante la crisis.





Os esperamos el 18 de febrero de 2019 de 13:00 a 15:00h. en el Aula Magna de la FCHS.
Más información en: http://eticaydemocracia.uji.es/


domingo, 3 de febrero de 2019

Repensar la política en tiempos turbulentos



El año 2019 marca la décima edición del ciclo internacional de conferencias La democracia hoy organizado por el máster Interuniversitario en Ética y Democracia, junto al Departamento de Filosofía y Sociología de la Universitat Jaume I. En un contexto de turbulencia política como el actual se vuelve imprescindible repensar las diferentes dimensiones de la vida pública desde una perspectiva interdisciplinar.

Y es que, la realidad política a la que nos enfrentamos es compleja y, como tal, requiere del diálogo entre diferentes disciplinas que puedan arrojar claridad sobre asuntos tales como la participación, el populismo, las movilizaciones ciudadanas, o los discursos que condicionan nuestra vida política entre otras muchas cuestiones. En este marco de múltiples necesidades de reflexión ya ctuación, nuestro ciclo de conferencias sirve como horizonte de sentido para repensar los principales retos a los que se enfrenta la democracia, siempre desde la heterogeneidad de perspectivas que nos brindan personas expertas de primer nivel nacional e internacional que puedan generar reflexiones de una valía indudable.



Así pues, La democracia hoy: repensar la política en tiempos turbulentos abre el espacio en esta décima edición para repensar el espacio político desde diferentes ámbitos. La filosofía política, la sociología, y el feminismo, son algunas de las disciplinas que vendrán al encuentro para reflexionar en torno a diferentes realidades del panorama político vigente. Unos ingredientes que, sin duda, harán de la Sala de Graus Germà Colón de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales un terreno fértil para compartir experiencias e inquietudes entre expertos/as, la comunidad universitaria y la ciudadanía de Castellón, actores que mucho tienen que aportar al pensamiento democrático.
 

El ciclo dará comienzo el día 18 de febrero con la participación del sociólogo Carlos Jesús Fernández Rodríguez (Universidad Autónoma de Madrid), quien bajo el título Crisis y sacrificio como mecanismos disciplinarios abordará la influencia del discurso del sacrificio en la experiencia vital de la ciudadanía española en el periodo de la crisis económica y el papel del Estado en la perpetuación de dicha lógica disciplinaria. Seguidamente, el 4 de marzo, el profesor Bertjan Verbeek nos visitará desde la Radboud University (Nijmegen, Paises Bajos) para hablar de Myths of populism. Así, atendiendo a un tema de candente actualidad, Verbeek se centrará en los retos y limitaciones de los populismos. El 15 de abril la profesora Yanina Welp procedente de la University of Zurich (Suiza), será la encargada de reflexionar en torno a Democracia y sistemas de participación. Welp se centrará en las prácticas de los mecanismos de democracia directa y participativa, y los medios digitales y la política, es decir, la innovación democrática que marca en gran medida el futuro de la democracia.
 

Llegados al epicentro de nuestro ciclo, nos encontraremos con el sociólogo Josetxo Beriain (Universidad Pública de Navarra), quien hablará de Escenarios de aceleración e incertidumbre, asentando el marco de sentido general que permita comprender gran parte de las lógicas discursivas modernas que entran a condicionar los procesos democráticos actuales. Seguidamente, el 20 de mayo la profesora Ruth Simsa de la Vienna University of Economics and Business (Austria) se centrará en el título Movilizaciones ciudadanas y represión, realizando un análisis de los mecanismos represivos que se ponen en funcionamiento frente al auge de la movilización ciudadana de la que hemos sido testigos en los últimos años. Por último, y después de vivir uno de los años clave para la historia del feminismo, se reflexionará en torno a la Democracia y legitimación del feminismo, de la mano de la profesora Sonia Reverter-Bañón (Universitat Jaume I), quien el día 3 de junio abordará los retos políticos a los que se enfrentan los feminismos en la actualidad

A LO LARGO de los años han sido muchos/as los/as teóricos/as que han visitado nuestro ciclo, en esta décima edición el cartel que presentamos pretende aglutinar interesantes reflexiones sobre dimensiones muy diferentes del panorama democrático de las sociedades occidentales contemporáneas. Además, se trata de un cartel que busca el equilibrio entre las aportaciones internacionales y nacionales, la armonía entre las disciplinas que conforman el marco teórico de la política y la paridad de participantes. En este sentido, no podemos dejar de agradecer a aquellos/as autores/as que previamente nos ayudaron a transitar este camino que año tras año tratamos de afianzar, y también a todas aquellas personas que nos acompañan y nos invitan a seguir reflexionando. A todos/as, os esperamos un año más en nuestro ciclo de conferencias.

MARIA MEDINA-VICENT (Profesora de Filosofía en el Departamento de Filosofía y Sociología de la Universitat Jaume I).

Disponible en El Periódico Mediterráneo [3 de febrero de 2019]: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/opinion/repensar-politica-tiempos-turbulentos_1201047.html
 

viernes, 1 de febrero de 2019

Miserables

Que la historia es un proceso colectivo de aprendizaje lo muestra nuestro propio lenguaje cotidiano. La palabra miserable es un claro ejemplo. Etimológicamente deriva del latín miserabilis que significa desgraciado, infeliz, que puede causar compasión. Sin embargo, en la actualidad tiene también otro significado, íntimamente relacionado, como si el tiempo y la experiencia se encargaran de mostrar que dependemos unos de otros, que estamos recíprocamente ob-ligados.

Por una parte, miserable se refiere a toda persona que padece necesidad, estrechez o pobreza extrema, condición de quien es desdichado, es vulnerable o está desamparado. La fragilidad, injusticia o infortunio, conducen a esta situación. Por otra, también llamamos miserables a quienes causan o se aprovechan de tales condiciones, a aquellos que nos repugnan por ser despreciables, canallas y ruines. Víctor Hugo escribió una fantástica obra titulada Los miserables, donde narra el vínculo existente entre la libertad, la posibilidad de actuar bien o mal, y la justicia social, las condiciones materiales de vida, los recursos disponibles. Hemos tardado muy poco en olvidar que la libertad depende de un mínimo de igualdad que asegure una vida digna. Y aquí viene la contradicción. Hoy las clases humildes votan a quienes les van a quitar lo poco que tienen, cosa que solo se explica desde el desengaño o la manipulación. Que los políticos no lo hayan hecho bien, no significa que todos sean iguales. Retroceder en democracia es avanzar en la miseria. Todos sabemos qué nos espera si renunciamos a los derechos civiles, políticos y sociales ya alcanzados.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 01/02/19). El texto se puede consultar en la dirección: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/miserables_1200454.html

sábado, 26 de enero de 2019

‘Cookies’

Hasta hace poco nuestro mundo interior era aquel al que teníamos un acceso privilegiado, al que solo nosotros podíamos entrar. Era nuestra privacidad, nuestra intimidad. Si la ideología y la publicidad, comercial o política, querían influir tenían que hacerlo «desde fuera», buscando persuadirnos o manipularnos. Pero hoy este mundo interior ya tiene poco que ver con nuestra libertad, se ha convertido en un lineal de supermercado. Lo estamos vendiendo.
Las empresas y los políticos saben de nuestras preferencias y manías no por las estadísticas, sino porque ellos mismos las han fabricado e incrustado en nuestro sistema afectivo, en nuestra capacidad de desear. Cuando utilizamos internet de forma gratuita para leer los periódicos o comprar, nos piden nuestro consentimiento para que aceptemos que puedan personalizar contenido y publicidad, para que puedan proporcionar funcionalidades a las redes sociales o analizar nuestro tráfico. Es decir, con un clic conviertes tu mundo interior en un producto de mercado.
La conectividad de todos nuestros aparatos y actividades con las redes, la consiguiente producción masiva de datos y su integración y modulación en algoritmos son los encargados de piratear nuestro mundo interior. Primero recogen tu información, después la convierten en fobias o filias y te la envían de nuevo, insistentemente, hasta enmarcarlas en tu conciencia. En democracia, se ha convertido en un método infalible para decidir elecciones. De esta forma, como nos dice Sennett, lo gratuito conlleva siempre una forma de dominación. Ahora ya saben qué están haciendo cuando aceptan cookies o cuando hablan con Alexa.
Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 25/01/19). El texto se puede consultar en la dirección: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/cookies_1198772.html

viernes, 18 de enero de 2019

Homenaje a una maestra


Ayer presentamos en Castellón el libro homenaje a la profesora Adela Cortina, catedrática emérita de la Universitat de València y Doctora Honoris Causa por la UJI. El libro, titulado Ética y Filosofía Política, reúne cincuenta colaboraciones de pensadores actuales sobre los temas más actuales de la reflexión ético política, desde las neurotecnologías y la libertad hasta la regresión actual de nuestras democracias. Todas las contribuciones giran alrededor de las aportaciones de una de las pensadoras más originales e influyentes en la actualidad.

La importancia de su trayectoria académica va a la par de su capacidad para conformar un equipo de trabajo que ya se ha convertido en una escuela de pensamiento, en una forma común de reflexionar sobre la realidad y buscar soluciones a los problemas para que la injusticia no tenga la última palabra. Es un orgullo manifestar que nuestra universidad es uno de los pilares de esta escuela. En un mundo donde la competitividad, el oportunismo y la conveniencia, marcan las reglas de juego, el ejemplo de personas que han desarrollado una exitosa trayectoria desde la colaboración, la generosidad y la cordialidad, no puede dejar de ser un faro y un acicate para las nuevas generaciones. Es difícil concretar su trayectoria en tan pocas palabras. Profesora de profesores, queda corto. Quizás lo más efectivo sea acudir a la sencillez del lenguaje cotidiano. Recuerdo a mi padre cuando en plena elaboración de mi tesis doctoral, la primera que dirigía la profesora Cortina, me decía: «T’ha cridat la mestra». Mejor definición es imposible.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (UJI, 18/01/19). El texto se puede consultar en la dirección: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/homenaje-maestra_1197234.html

viernes, 11 de enero de 2019

No nos representan


Estamos en un año de elecciones. Hemos comentado en muchas ocasiones la ingenuidad de quienes creen que los políticos, actuando a su aire, por no decir a su antojo, nos solucionarán nuestros problemas. Estuve debatiendo con unos amigos que no encontraban razones para ir a votar. No en mi nombre, me decían, no nos representan.

Mi primera argumentación fue de corte estratégico. Simplemente les recordé lo que hoy ya es oficial: quienes salen ganando de no ir a votar son las derechas, hoy la ultraderecha. Andalucía es un claro ejemplo con la triple alianza. Lean el pacto firmado anteayer: todo son generalidades, palabras vacías. La única concreción es que debemos apoyar la tauromaquia, la semana santa y la caza. Perdón, también se exige la libertad para elegir los centros educativos, no sea que los ricos se junten con los pobres o se hable de la violencia machista. Pena es lo que produce el documento. 

Pero la razón más importante para elegir representantes no se refiere a las consecuencias de la abstención, sino a sus causas: la desafección y la desigualdad. No hay que identificar la democracia con un sistema representativo que hace aguas por todas partes. Ir a votar es el primer paso en una democracia que se precie, no el último. Si no damos este primer paso, dejamos la capacidad de cambiar las cosas en manos de minorías que, de forma disciplinada, votan por sus intereses. Pero si después de votar no hacemos nada, retrocedemos. La desigualdad y la falta de participación están estrechamente unidas. La libertad y la igualdad no se ganan solo con los votos.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (UJI, 11/01/18). El texto se puede consultar en la dirección: www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/no-representan_1195674.html?fbclid=IwAR0YLK3yVtBhT72bftLPJxsFku1sJvb2vn9kE389ilB0QVZM2dZY372YbjQ

martes, 8 de enero de 2019

Presentación del libro de Adela Cortina en la Librería Argot



El próximo 17 de enero de 2019 a las 19:00h. tendrá lugar la presentación del libro "Ética y política. Homenaje a Adela Cortina" en la Librería Argot de Castellón de la Plana, a cargo de Salvador Cabedo Manuel y Domingo García-Marzá.

Acceso a Editorial Tecnos: https://www.tecnos.es/ficha.php?id=5375903