viernes, 29 de marzo de 2019

Los perdedores


Nadie duda que el incremento de la desigualdad está íntimamente relacionado con el aumento del populismo autoritario. Cada vez más la gente cree en iluminados y visionarios, en alguien que venga, o vuelva, para salvarle de un régimen que, si bien le ha dado libertad, ahora se pregunta para qué la quiere, si no dispone de las condiciones para disfrutarla, para realizar la vida que considera digna.

Es la decepción la que se esconde detrás del voto populista. Esperábamos más de nuestros políticos, pero se han enredado en la corrupción y en la mediocridad. No todos son iguales, pero cada vez cuesta más diferenciarlos, cuesta más entender que la política es un servicio y no una profesión, menos aún un trampolín para sentarse en el sofá de algún consejo de administración o bufete de abogados. Mientras unos mueren esperando que les atiendan, otros se enriquecen privatizando la sanidad. Mientras algunos no pueden pagar la universidad, a otros les regalan el master. Pero el desengaño tiene un efecto devastador cuando se combina con la ingenuidad. Ante tanta inequidad, muchos ansían que venga el salvapatrias de turno, con sus genes, millones o medallas, para que nos solucione los problemas. Es entonces cuando perdemos la memoria, nos olvidamos de lo mal que estuvimos antes, de lo que nos pasó por confiar en líderes carismáticos. Nunca hemos estado mejor como sociedad que en este período democrático. Salir de esta situación solo es posible uniendo nuestros votos y nuestra responsabilidad. Es apuntalar la democracia lo que necesitamos, no derribarla.


Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 22/03/19). Disoinible en: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/perdedores_1210729.html?fbclid=IwAR07onVBVEqUQN7G30MlsKmMXOACzoTAknc1N0XsDWA4wa5rU4hSAdGtMJw

viernes, 15 de marzo de 2019

Dictaduras electas



Muchos ciudadanos piensan que nuestra democracia es un logro ya conseguido, que no corremos ningún peligro de volver a las andadas, a la dictadura me refiero, ni de perder los derechos conseguidos gracias a muchos héroes anónimos que dieron sus vidas y que hoy nadie recuerda, bueno para insultarlos sí. Los perdedores de esta pobre democracia deberían estar organizándose, pero son prisioneros de la precariedad laboral y de la manipulación de las redes, aletargados por una brutal falta de futuro. Si como dice un lema estúpido, y bien falso, hay que pensar todas las mañanas si queremos ser tigres o gacelas, comer o ser comidos, la respuesta está en la desafección y la desmoralización. ¿Para qué correr?

El descontento contra unos partidos que se han dedicado a hacer los deberes sin rechistar, siguiendo la senda marcada por la austeridad, es decir, por el aumento de la riqueza de unos pocos y el sufrimiento de muchos, está dando alas a los populismos de todo tipo, independentismos incluidos. Qué fácil es hablar con la voz del pueblo e interpretar esa voz según interese. Solo hacen falta unos cuantos millones para dominar prensa y redes y comenzar a mentir. ¿Por qué no aprovechar sus mentiras y castigar con nuestro voto a los partidos que tan poco han hecho? ¿Para qué queremos los derechos individuales o las garantías jurídicas? Pero los que hemos nacido en la dictadura sabemos de su valor, sabemos que puede ser peor. La historia nos enseña que la falta de libertad y la desigualdad están unidas. Solo hace falta un poco de memoria.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 15/03/19). El texto se puede consultar en la dirección:  https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/dictaduras-electas_1209299.html

viernes, 8 de marzo de 2019

Machismo



Hace ya muchos años conversando con un empresario insistía en que contaba con buenas directivas, pero que, en un momento dado, les daba por parir, terminando de esta forma su carrera. Pregunté por qué debía acabar así, tras recordarle antes que sin este sacrificio muchos no estaríamos ahora hablando.

Poco hemos avanzado desde entonces, incluso creo que hemos retrocedido. Esta semana hemos conocido un informe estremecedor sobre la relación entre jóvenes y género. Un 56% de los jóvenes defiende posiciones machistas y no percibe desigualdad alguna entre hombres y mujeres. No quieren ver los indicadores que, desde todos los frentes, nos hablan de la brecha salarial, de su superioridad en las listas del paro, de su dependencia conyugal. No hace falta mucha inteligencia para darse cuenta de que es la falta de recursos económicos y de políticas públicas de apoyo, la razón primera de nuestra paupérrima tasa de natalidad y, por supuesto, de la violencia de género.

No nacemos machistas, nos hacemos. Este sexismo es hoy reivindicado sin pudor por muchos partidos políticos y sigue siendo el masaje continuo en las redes y en los medios de comunicación. Dueños y señores, llaman adoctrinar a querer educar en la igualdad, porque saben que nada va a cambiar sin esta educación y sin que regulemos los medios que alimentan nuestros prejuicios. Quieren libertad, pero solo para mantener su desprecio. La desigualdad y el machismo son los mayores fracasos de nuestra democracia. Debe haber muchos que salen ganando al condenar a la mitad de la población a trabajar en precario. Piénsenlo un momento antes de ir a votar.

Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo 08/03/19). El texto se puede consultar en la dirección: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/machismo_1207893.html

viernes, 1 de marzo de 2019

Control ideológico




El primer objetivo del presidente brasileño electo, según sus declaraciones, es desideologizar la educación. Pretende eliminar toda manifestación ideológica en las aulas, creando canales anónimos para que los alumnos denuncien a aquellos profesores que se atrevan a pronunciar palabras como género, orientación sexual o, sencillamente, criticar a su gobierno. Nada nuevo bajo el sol. Ya hemos pasado por una dictadura donde los derechos de expresión y la pluralidad de pensamiento estaban prohibidas, donde nos adoctrinaban sobre la supremacía del varón y la pureza de la raza española. Lo mismo ocurre actualmente cuando se pide información sobre quienes trabajan en las unidades de valoración integral de violencia de género en la comunidad andaluza. Supongo que el vicepresidente querrá saludarles personalmente o, a lo mejor, no se cree el número de mujeres muertas por sus maridos. Me parece bien que hayan empezado tan temprano, alguien se dará cuenta de qué votó.

Nuestra democracia se basa en el pluralismo cultural y político, en que las diferentes formas de pensar y de ser puedan convivir juntas, más aún, ayudarse solidariamente. Ideología significa, en positivo, un conjunto de ideas fundamentales que caracterizan el pensamiento de una persona, colectividad o época. En negativo, ideología significa manipulación u ocultamiento de la realidad. Hay gente que no las diferencia. La única ideología que todos debemos compartir y en la que debemos educar es la de los derechos humanos, en la igual consideración y respeto por la dignidad de todas las personas.


Domingo García-Marzá. Catedrático de Ética (El Periódico Mediterráneo, 01/03/19). El texto se puede consultar en la dirección: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/control-ideologico_1206494.html